viernes, 5 de marzo de 2010

Tema: Pregúntale a Dios. Habacuc 2: 4.

Culto oficiado en la Iglesia de Girona el Sábado 13 de Febrero de 2010 por el hermano Gerardo. 


Todo el mundo en un momento o en otro se ha hecho preguntas, que en algunas ocasiones no tienen respuestas.

Vivimos en unos tiempos de grandes interrogantes, hoy la gente se pregunta qué pasará con la crisis, la gente de Haití se pregunta porque sucede esto, otras se preguntan porqué les toca estar enfermos. También el pueblo de Dios tiene preguntas, qué va a pasar con nosotros como pueblo de Dios.

Hay una canción cuya letra dice:

"Cada vez más violencia, más maldad en la tierra.

Parece que el amor ha muerto y la locura reina sobre la humanidad.

Jóvenes acabados, niños abandonados.

Aprecio del placer y decidiendo sólo el interés.

¿Dónde queda la justicia y la venganza?"

¿Por qué callas tu Señor? ¿Dónde está nuestro Dios?

El Dios de Elías, que de vez en cuando se dejaba oír.

¿Cuanto tiempo tardará tu Espíritu en venir?"

Hubo un hombre que se atrevió a preguntarle a Dios.


2ª Reyes 21, 19-26.

 

Nos situamos en el año 600 a.C.

Ezequías fue un rey que hizo bien ante los ojos de Dios pero no supo transmitir bien a su hijo lo que el había aprendido a su hijo el rey Manases y éste tampoco lo supo transmitir a su hijo Amos.

Ese tiempo fue un tiempo de incertidumbre, dónde el más fuerte asaltaba al rey y lo sucedía en el trono, dónde había muchos cambios, un tiempo de falta de liderato, un momento para ponerse muchas preguntas. Esos fueron los tiempos del profeta Habacuc.

Él fue unos de los instigadores de la reforma de Josías, hijo de Amós.

 

Habacuc 1, 2-4.

 

En esos momentos las cosas estaban muy mal, y surgió un problema. Habacuc consulta a Dios, lleva sus quejas a quien tiene que llevárselas.

De todo lo que se queja hay cosas que nos hacen pensar que quizá en estos momentos las cosas no han cambiado mucho.

Fíjense, que habla de una justicia dónde no gana el justo sino el impío.

Éste  es el eje de la temática, la sensación que podemos tener de estar haciendo las cosas correctas y sin embargo nos van las cosas mal.

Habacuc se anima a quejarse a Dios y dios le contesta del capítulo 5 al 11.

 

Habacuc 1, 5-11.

 

Siempre que hay un problema, Dios ya tiene un plan. Así fue también con Habacuc.


Habacuc 1, 12-17.

 

Habacuc, al saber cuál es el plan de Dios le dice, ¿cómo puede ser que este sea el plan? ¿Cómo puede ser que tengan que venir estos de afuera para arreglar nuestros problemas de ésta manera? Y encima dando honra a su dios.

 

Habacuc 2, 1.

 

Aquí Habacuc presenta sus quejas y le dice a Dios que tiene dudas sobre su plan. Le dice que velará esperando una respuesta.

 

Habacuc 2, 2-4.

Isaías 55, 8-9.

 

Dios, en Isaías 55,8-9, le dice a Habacuc que tiene que recordar que los caminos, los pensamientos de Dios son suyos. Sus planes son sus planes.

Dios le dice a Habacuc que escriba en tablas, para que cuando se lea, se lea entero y que quede para todos los tiempos.

¿A qué se refiere el capitulo 4?

 

Mateo 11, 28-29.

 

Dios le dice a Habacuc que tiene que comprender que sus caminos no son sus caminos, que su palabra se cumplirá y que el tiene que tener paciencia, la paciencia de los santos. Le dice también que si él es orgulloso y piensa que sus caminos son mejores, que sus soluciones a los problemas son mejores, va a tener dificultades en la vida. No vas a poder llegar a encontrar la paz y las soluciones a tus preguntas. Aprende de mí que soy manso y humilde de corazón, le dice.

El descanso y la paz para nuestras almas no está en tener todas las respuestas sino en aprender a compartir el yugo y nuestras cargas con Cristo. Ser manso y humilde y pacientes y entonces si encontraremos la paz y el descanso para nuestras almas.

Dios le dice a Habacuc que tiene que tener dos características como cristiano, la paciencia y la fe. Nunca perder la fe, nunca perder la confianza y ser pacientes.

 

Cuando mencionamos la ultima parte, "mas el justo en su fe vivirá." recordamos una cita de E. de White de ECDLS que dice que el pueblo de Cristo no quedará libre de padecimientos pero no quedarán abandonados.

Esto está en Isaías 33, 16 y en Isaías 41, 17.

 

La fe que fortaleció a Habacuc es la fe que debe fortalecernos y sostenernos. En estas horas más sombrías el creyente puede confiar en su poder día tras día, al servir a Dios no hay porque experimentar abatimiento, dilación o temor. El Señor hará cumplir las más altas expectativas de aquellos que pusieron su confianza en él.

 

A partir del versículo 6 Dios comienza a explicarle su plan.

 

Habacuc 1, 6-15.

 

Dios le explica a Habacuc que su justicia y su amor no habían cambiado para nada, sólo pasaba que Dios tenía un plan y él sólo necesitaba paciencia y fe para comprender ese plan.

Los babilonios también tuvieron su castigo, hoy en día no existe nada dónde se construyó la ciudad de Babilonia.

 

Habacuc 2, 20.

 

Paciencia, fe y confianza eran sobre todos los condimentos los que Habacuc necesitaba para comprender. Dios tiene un plan tiene una respuesta entonces querido hermano si tu hoy te encuentras sin trabajo agradece a Dios porque estas siendo probado, preparado para el tiempo el cual todos los hijos de Dios tendremos que pasar por esa dificultad, si estas pasando por la enfermedad, no te desesperes, agradece a Dios porque Dios está perfeccionando tu fe. Aferrate a las promesas de Dios a la palabra de Dios, Él tiene respuestas para darte, Él tiene aliento para tu alma en este momento. Cuando las cosas van bien es muy fácil, pero cuando las cosas se ponen difíciles es cuando Dios tiene las mejores respuestas. Debemos preguntarle y el siempre nos contestará con amor. No dejemos de orar y de buscar las respuestas en sus palabras y sepamos que siempre que seamos fieles pasaremos dificultades porque estamos en un mundo gobernado por Satanás.

 

Habacuc 3, 17-19.

 

Estos versículos nos deben dar fuerzas en los tiempos del fin, en un tiempo de absoluta desolación Jehová tiene un mensaje de esperanza para nosotros y debemos compartirlo con todos.

 

Quisiera volverles a mencionar las palabras de la canción del principio en la que Dios contesta:

"¿Cómo puedo derramar yo  mi Espíritu si mis hijos no se vuelven hacia mi?

Ahora cíñete como un varón valiente, yo hablaré y tú me contestaras a mí.

¿Dónde están aquellos hombres como Elías? Que dejaron todo por seguirme a mí,

Que rompieron sus compromisos con el mundo sólo por agradarme a mí.

¿Dónde están aquellos tres de Babilonia que prefirieron ser quemados a ceder?

¿Dónde está aquel Daniel que me adoraba? ¿Dónde esté la santidad de aquel José?

¿Dónde está ese niño que mató al gigante? ¿Dónde están los sucesores Josué?

¿Dónde están esas mujeres entregadas cómo Esther?

Si mi pueblo se volviese y me buscara, renovando así su entrega y su fe,

Si me amaran como aman sus caminos, si olvidasen los rencores del ayer,

Yo abriría las ventanas de los cielos y la tierra hoy vería mi poder,

Mientras tanto aun repito como antaño, buscadme y viviréis."

 

Hebreos 12, 1-2

 

Que Dios nos bendiga y nos ayude a difundir su mensaje, nosotros que no tenemos ni la mitad de adversidades que tuvieron otros y que aunque estamos pasando crisis y adversidades Dios nos sostiene si nos mantenemos fieles y firmes en su palabra.

 

Amén.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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